sábado, 3 de marzo de 2012

Las cuatro islas españolas perdidas en el Océano Pacífico.



Las cuatro islas españolas perdidas en el Océano Pacífico (sentadoenlatrebede)Hubo un tiempo en el que España era un potente  imperio donde el Sol nunca se ponía, debido a que el país tenía colonias repartidas por todo el planeta. Después llegaron tiempos de declive político y perdida de guerras y batallas, donde a través de diferentes tratados esas tierras pasaron a ser independientes.
España poseía en el Océano Pacífico un conjunto de islas que, tras perder la Guerra de Cuba y las colonias de Filipinas, Puerto Rico y Guam, firmó un tratado en 1899 en el que vendía al Imperio alemán las islas que poseía en Oceanía: Carolinas, Marianas y Palaos.
Pero fuera de ese acuerdo quedaron cuatro pequeñas islas (o atolones) llamadas Guedes, Coroa, Pescadores y Ocea y cuya ubicación se encuentra entre Melanesia y Polinesia, en el Océano Pacífico.
Estas islas fueron descubiertas en el año 1537 por Hernando de Grijalva, explorador y conquistador español que navegó gran tiempo con Hernán Cortés y que ese año decidió probar suerte por el Océano Pacífico a bordo de la nave Santiago. Fue su último descubrimiento y viaje, ya que ese mismo año murió a manos de su tripulación tras un motín.
Micronesia, Polinesia y Melanesia (viajesoceania)Desde que finalizó el siglo XIX  y se firmaron los tratados por los que España dejaba de poseer la mayoría de sus colonias, nadie se había percatado de que ese grupo de islas que conformaban la Micronesia española en Oceanía seguían estando bajo su soberanía, y no fue hasta 1948 cuando un investigador del CSIC, Emilio Pastor, encontró unos documentos que acreditaban la pertenencia de Guedes, Coroa, Pescadores y Ocea a España al haber estado fuera de los tratados firmados con Estados Unidos y Alemania.
Lo puso en conocimiento del Gobierno, que aquellos momentos estaba bajo mandato de Francisco Franco, que, tras un Consejo de Ministros celebrado el 12 de enero de 1949, dio a conocer el poco interés que había hacia las mismas. Desde entonces ningún Ejecutivo posterior ha mostrado interés sobre ellas, debido a que no poseen valor alguno tanto económico como estratégico.